domingo, 12 de junio de 2011

De Lérida a Gredos

Ése ha sido mi último viaje. El día 9 se celebraba en Montgai (Lérida) la "Segunda Jornada de turismo de fauna y desarrollo rural", a las que fuimos gentilmente invitados como Greenextremadura por nuestros colegas de Photologistics.
La verdad es que la jornada estuvo muy entretenida con ponencia de contenido profundo y bien documentado presentadas por empresas, instituciones públicas, organizaciones sin ánimo de lucro, etc.
De allí se sacó una conclusión clara: el turismo de fauna, que comprende tanto el turismo ornitológico como el turismo de fotografía de la naturaleza, tiene cada vez más pujanza tanto en nuestro país, como en el extranjero. Eso nos permite asegurar que en los próximos años el medio rural se beneficiará de este tipo de actividad turística; una actividad turística completamente compatible con el medio ambiente y que se considera un recurso plenamente sostenible.

Durante unas horas, por la tarde, tuve oportunidad de utilizar uno de los hides de nuestro colegas catalanes en un bebedero, donde me divertí mucho aunque sólo entraron tres especies: gorrión molinero, cogujada y triguero. Esperaba con ansia la invitación para el día siguiente donde estaba previsto que fotografiase aguilicho cenizo, pero una fuerte tormenta dio al traste con nuestro planes.




Sin tiempo para asimilar el viaje, mi amigo Luis me llama para decirme "que mañana por la mañana temprano salimos para Gredos, a ver si vemos al pechiazul". A pesar de que, en principio, no me apetecía mucho la idea, a las 8,30 de la mañana del sábado día 11 estábamos en la plataforma, con los equipos montados y dispuestos a subir la Trocha Real. Subida fuerte (que cada año que pasa se hace más dura) pero luego se disfruta el aire y del paisaje que estaba precioso, con todo el piornal en flor.

Un descanso breve y a empear a buscar con los prismáticos cosas interesantes... y así fueron apareciendo, por este orden, un escribano montesino, un escribano hortelado, el pechiazul (aunque ya lo dábamos por perdido porque no habíamos visto ninguno) y, de forma sorprendente, cuando estábamos comiendo el bocadillo, un roquero rojo que se nos puso muy cerca.





Y nada, una vez más, el esfuerzo, creo, mereció la pena.

3 comentarios:

  1. Un placer ver tanta especie y colorido.......como siempre bien capturados!!

    saludos camperos

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Por diversas razones no he podido pasarme por tu blog... quillo estás hecho un maestro de la digiscoping...
    Un abrazo colega.

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