miércoles, 26 de noviembre de 2014

PASO DE ALIMOCHES EN EL VALLE DE ALCUDIA

Desde hace más de 15 años sigo con unos amigos el paso de alimoches por el Valle de Alcudia, camino de sus cuarteles de invierno en África.

El alimoche es un ave que me encanta. Tiene un aspecto distinto a cualquier otra carroñera: una cara pelada con pelillos al aire en forma de cresta; una elegancia que despliega, sobre todo, cuando se deja llevar por las térmicas en las zonas montañosas donde suele criar y pasar primavera y verano, y unos colores llamativos y variados, muy distintos entre los adultos y los jóvenes.

Fotográficamente, pues, ofrecen un sin fin de posibilidades. A cambio, el fotógrafo, sólo deberá tener cuidado al buscar en su cámara la exposición correcta para que los tonos del plumaje, casi blancos en los adultos, no resulten quemados.

A mediados de agosto ya se dejan ver por la zona centro y sur de la península multitud de ejemplares que van haciendo su camino hacia el estrecho. Entonces el es momento de aprovechar ese flujo y sacar partido fotográfico del mismo.

Os dejo algunas fotos de este mismo año:







 Y entre ello, cómo no, algunos buitres negros...




Ahora mismo estarán por tierras africanas, esperando el momento en que algo en el ambiente, quizá la posición del sol, les impulse a volver a emprender un largo viaje, con paso del estrecho de Gibraltar incluido, para volver a los territorios donde nacieron.

Les esperaremos con espectación...

miércoles, 19 de noviembre de 2014

MEDIADOS DE AGOSTO

A medidados de agosto hubo días en los que apretó el calor; cosa inusual en un verano raro en lo que a temperatura se refiere. En esos días, los pilones donde abreva el ganado distribuidos por los campos y sierras madrileños, recibían la visita de una gran variedad de paseriforme que bajaban a aplacar su sed y a bañarse para combatir el calor.

Trepadores azules, carboneros, herrerillos, escribanos montesinos, mosquiteros, carboneros garrapinos, rabilargos y, hasta una ardilla, fueron recibidos con alegría por el observador y su cámara:








Mientras tanto, el paso de paseriformes comenzaba ya a notarse, aunque con menos fuerza que el año pasado por estas mismas fechas.










Y también en los aguaderos de la zona centro pude fotografiar alguna especie interesante, como este colirrojo real:




Y algunas más corrientes pero no por ello menos atractivas:




Próxima parada, los primeros días del mes de septiembre con el paso de los alimoches a lo largo del Valle de Alcudia, camino de África para pasar el invierno, y las primeras fotos de la temporada de currucas alimentándose de bayas.


jueves, 13 de noviembre de 2014

Y LLEGÓ EL VERANO

Hasta el mes de agosto no me encontré con fuerzas para salir a fotografiar al campo. Unas breves vacaciones en Sel de la Carrera me dieron la oportunidad de hacer los primeros pinitos de los que os dejo una selección.
Cerca de la casa, casi todas las tardes antes de anochecer, teníamos ocasión de ver aparecer bien a una corza solitaria, bien a otra con su cría. Las condiciones de luz ya no eran muy buena pero, a pesar de todos, aquí os dejos algunas fotos de estos bellos animales.




Los gatos de los vecinos parecían haber sacado entradas de palco para asistir al espectáculo; así de atentos se mostraban.


El pantano del Ebro, estaba muy concurrido con los practicantes de kite surf aprovechando la buena temperatura y el viento reinante, ofreciendo a los observadores imágenes muy dinámicas y de gran colorido.




Ya de vuelta "los madriles", hice una excursión al Puerto de Cotos donde esperaba observar, y si era posible fotografiar, al verderón serrano. Pero no hubo suerte. En el pilón donde días antes mi amiga Ana Mínguez lo había podido ver y fotografiar, no le encontramos. Tuvimos que conformarnos con hacer alguna foto a los numerosos pollos de colirrojo tizón que revoloteaban por los alrededores, a un acentor común, y también a las mariposas que libaban en las flores.










Y en este punto me alcanzó el 15 de agosto. Seguiremos hablando del resto del verano...

domingo, 9 de noviembre de 2014

RECUPERAR EL HILO PERDIDO

Ése es precisamente el fin que me propongo con esta entrada: retomar de nuevo las publicaciones en el blog que quedaron interrumpidas con la última entrada realizada el 11 de marzo de este mismo año.
Las causas del parón han sido varias y de distinta naturaleza; junto a la pereza que a veces da continuar alguna actividad, una lesión sin importancia, pero inhabilitadora para manejar el teclado, en mi hombro derecho, terminó por cerrar el circulo de la inactividad en el blog.
Retomarlo ahora, una vez pasado el verano y habiendo estado dos o tres meses en dique seco, en cuanto a la fotografía de naturaleza y salidas al campo se refiere, cuesta trabajo y me impone un ejercicio de reflexión para elegir por donde empiezo.

Comenzaré con un viaje que mi amigo Julio y yo teníamos programado a Florida (E.E.U.U.) donde nos encontramos con Juan Benjumea, residente en aquel país, aunque español de nacimiento, amante como nosotros de la fotografía y de las aves. De hecho, había obtenido recientemente el prestigioso premio Digiscorper of the year, que organiza la firma Swarosvki, fabricante de telescopios y prismáticos de suprema calidad.

Allí tuvimos oportunidad de fotografiar, especialmente, aves acuáticas, sobre todo garzas, ya que son abundantes las zonas húmedas en aquel Estado. Sin entrar a citar cada una de esas zonas visitadas (cualquier interesado puede buscar en Internet una amplia y detallada información al respecto), os dejaré un resumen gráfico del viaje:





















Como antes había apuntado, las garzas se llevaron la palma. Busqué especialmente a la "gallina purpurea" esa especie que se parece a nuestro calamón en el colorido y la forma pero que es mucho más pequeña, y también, a las espátulas rosaceas. Otras aves que pudimos fotografiar fueron el milano de cola de golondrina (muy parecido a nuestro elanio azul, pero con una cola que le da nombre), el buho barreado, el águila pescadora (muy abundante y muy colaboradora), el águila calva americana, las anhingas y, por supuesto, los aligatores.

El viaje se realizó entre el 4 y e 15 de abril. A la vuelta, tuve que "pasar por el taller" para reparar mi averiado hombro (que resistió todo el viaje sin yo darme cuenta de la gravedad de la lesión que arrastraba).

El resto es ya historia. Todos estos meses he estado haciendo rehabilitación y resintiéndome de la zona cada vez que pasaba unas horas haciendo fotografía ya que tenía que levantar el codo para poder disparar la cámara y eso me dolía o molestaba (según los días) un montón. Ya parece que la cosa va mejor y trataré, en la próxima entrada, de mostraros las cositas que he ido haciendo a lo largo del verano.