domingo, 28 de diciembre de 2014

POR FIN LLEGÓ EL INVIERNO

Ha tardado, pero al fin está aquí: Llegó el invierno.

Las temperaturas de las que estábamos disfrutando no eran normales. Prácticamente, en la zona centro, no había caído ninguna helada. Pero ayer sábado, en una visita que hicimos al embalse de Castrejón, pudimos comprobar que todo llega.




La niebla no nos abandonó en toda la mañana y no pudimos hacer más que fotos testimoniales, pero el paseo fue agradable. Un calamón, una curruca cabecinegra, un petirrojo, un cormorán volando, una garza real posándose en los árboles y un aguilucho lagunero perchado en las ramas secas, fue todo lo que pudimos contemplar a lo largo de la mañana.

PRACTICANDO LAS TOMAS EN VUELO

La fotografía de la naturaleza ofrece tantas posibilidades que no sabe uno a qué carta quedarse. Podemos hacer fotos de pájaros pequeños, de carroñeros grandes, de mamíferos como ciervos o corzos, macros de flores, setas, insectos, etc.
Una de las disciplinas que más me gusta es la de fotografiar aves en vuelo. Desde luego que con las cámaras modernas con autofoco,  y con los objetivos con estabilizador de imágenes, la cosa parece sencilla, pero no lo es; en absoluto.
Por muy buena que se la cámara el principal problema con el que nos encontramos es el encuadrar el ave que viene volando; es decir, verla en el visor de la cámara. Ése es el primer reto, el que va a demostrar nuestra pericia. Una vez logrado esto debemos confiar en que nuestra cámara y su sistema de autofoco están debidamente configurados para conseguir, primero, centrar el foco inicial, y, después, que siga enfocando al ave en movimiento.
No es éste un blog dedicado a la técnica fotográfica, y tampoco yo ando sobrado de conocimientos suficientes, por lo que me limito a ofrecer un consejo muy genérico: Tened cuidado siempre de compensar la exposición previamente para que el sujeto no quede negro (cormoranes o aves oscuras) o quemado (gaviotas y aves claras). Lo demás os lo dará la experiencia y el ejercicio de vuestras habilidades.
Lo importante es tener un lugar donde haya abundantes aves que vuelen con frecuencia, para poder dedicar unas horas a la práctica; y gracias a Dios yo cuento en los alrededores de mi zona con dos o tres lugares adecuados para tal fin.
En ellos he estado practicando últimamente. Os dejo unos ejemplos y espero que os gusten.











Los cormoranes y las gaviotas, especialmente las reidoras, estarán entre nosotros hasta la primavera; tenéis más de tres meses para practicar; de verdad que son modelos únicos, a los que nunca nos cansamos de "disparar".

miércoles, 26 de noviembre de 2014

PASO DE ALIMOCHES EN EL VALLE DE ALCUDIA

Desde hace más de 15 años sigo con unos amigos el paso de alimoches por el Valle de Alcudia, camino de sus cuarteles de invierno en África.

El alimoche es un ave que me encanta. Tiene un aspecto distinto a cualquier otra carroñera: una cara pelada con pelillos al aire en forma de cresta; una elegancia que despliega, sobre todo, cuando se deja llevar por las térmicas en las zonas montañosas donde suele criar y pasar primavera y verano, y unos colores llamativos y variados, muy distintos entre los adultos y los jóvenes.

Fotográficamente, pues, ofrecen un sin fin de posibilidades. A cambio, el fotógrafo, sólo deberá tener cuidado al buscar en su cámara la exposición correcta para que los tonos del plumaje, casi blancos en los adultos, no resulten quemados.

A mediados de agosto ya se dejan ver por la zona centro y sur de la península multitud de ejemplares que van haciendo su camino hacia el estrecho. Entonces el es momento de aprovechar ese flujo y sacar partido fotográfico del mismo.

Os dejo algunas fotos de este mismo año:







 Y entre ello, cómo no, algunos buitres negros...




Ahora mismo estarán por tierras africanas, esperando el momento en que algo en el ambiente, quizá la posición del sol, les impulse a volver a emprender un largo viaje, con paso del estrecho de Gibraltar incluido, para volver a los territorios donde nacieron.

Les esperaremos con espectación...

miércoles, 19 de noviembre de 2014

MEDIADOS DE AGOSTO

A medidados de agosto hubo días en los que apretó el calor; cosa inusual en un verano raro en lo que a temperatura se refiere. En esos días, los pilones donde abreva el ganado distribuidos por los campos y sierras madrileños, recibían la visita de una gran variedad de paseriforme que bajaban a aplacar su sed y a bañarse para combatir el calor.

Trepadores azules, carboneros, herrerillos, escribanos montesinos, mosquiteros, carboneros garrapinos, rabilargos y, hasta una ardilla, fueron recibidos con alegría por el observador y su cámara:








Mientras tanto, el paso de paseriformes comenzaba ya a notarse, aunque con menos fuerza que el año pasado por estas mismas fechas.










Y también en los aguaderos de la zona centro pude fotografiar alguna especie interesante, como este colirrojo real:




Y algunas más corrientes pero no por ello menos atractivas:




Próxima parada, los primeros días del mes de septiembre con el paso de los alimoches a lo largo del Valle de Alcudia, camino de África para pasar el invierno, y las primeras fotos de la temporada de currucas alimentándose de bayas.


jueves, 13 de noviembre de 2014

Y LLEGÓ EL VERANO

Hasta el mes de agosto no me encontré con fuerzas para salir a fotografiar al campo. Unas breves vacaciones en Sel de la Carrera me dieron la oportunidad de hacer los primeros pinitos de los que os dejo una selección.
Cerca de la casa, casi todas las tardes antes de anochecer, teníamos ocasión de ver aparecer bien a una corza solitaria, bien a otra con su cría. Las condiciones de luz ya no eran muy buena pero, a pesar de todos, aquí os dejos algunas fotos de estos bellos animales.




Los gatos de los vecinos parecían haber sacado entradas de palco para asistir al espectáculo; así de atentos se mostraban.


El pantano del Ebro, estaba muy concurrido con los practicantes de kite surf aprovechando la buena temperatura y el viento reinante, ofreciendo a los observadores imágenes muy dinámicas y de gran colorido.




Ya de vuelta "los madriles", hice una excursión al Puerto de Cotos donde esperaba observar, y si era posible fotografiar, al verderón serrano. Pero no hubo suerte. En el pilón donde días antes mi amiga Ana Mínguez lo había podido ver y fotografiar, no le encontramos. Tuvimos que conformarnos con hacer alguna foto a los numerosos pollos de colirrojo tizón que revoloteaban por los alrededores, a un acentor común, y también a las mariposas que libaban en las flores.










Y en este punto me alcanzó el 15 de agosto. Seguiremos hablando del resto del verano...