martes, 25 de septiembre de 2012

KENIA - I (EL LAGO NAKURU)

África siempre ha sido un reto, un desafío, un mundo por descubrir para el hombre occidental. Ningún naturalista debería dejar de visitar sus amplios y variados territorios donde la fauna es superlativa, tanto en especies como en cantidad de individuos. Además, sus paisajes, sus puestas de sol o sus amaneceres ofrecen espectáculos difíciles de disfrutar en otras latitudes.

Aún sabiendo que me queda mucho por conocer de España, y no digamos de Europa o de otras partes del mundo, tenía ganas de visitar el continente africano y, más concretamente, el mítico Maasai Mara. A través de cientos de documentales televisivos mis ojos se habían llenado de imágenes de ñús, cebras, antílopes, elefantes, jirafas, hipopótamos, y multitud de aves de todo tipo, incluidas las rapaces, aunque éstas, no nos engañemos, ocupaban menos metraje en dichos documentales.

Este año decidí dar el paso, animado, sobre todo, por mi amigo Ricardo Peralta que ya había estado varias veces allí y me contaba maravillas, tanto de los lugares y de la fauna, como del lugar que me recomendaba: El Cheetah Mara Camp. Un campamento regentado por una pareja madrileña, Mariola y Jorge, que, desde el primer contacto me hicieron sentir su cariño y su amistad.

Enseguida se apuntaron al viaje mis amigos Julio Ortega y José Romero de Ávila, con los que comparto afición por la naturaleza y en el caso de Julio, además, por la fotografía. La idea inicial era que Ricardo fuera con nosotros pero imprevistos de última hora se lo impidieron.

Para empezar, pasamos dos noches con el lago Nakuru porque sabíamos que es un paraiso ornitólogico: además de los flamencos, los íbis, las cigueñas africanas, los jaribús, los pelícanos, las carracas, los moritos, etc., hacen de ese lugar un sitio obligado para el ornitólogo.

 



Los tres "exploradores"


Vista del entorno, desde el Lodge


Vista panorámica del lago desde uno de los miradores




El lago tiene una extensión importante y, a través de los caminos que lo circundan (algunos de los cuales estaban cortados debido a las fuerte lluvias de días anteriores) el coche que nos transporta se puede ir acercando a sus orillas poniendo al fotógrafo en situación de conseguir buenas fotos.











Pero no sólo hay aves en el entorno del Lago Nakuru: también se pueden observar rinocerontes, búfalos, antílopes acuáticos, cebras y hasta elefantes.







Una de mis mayores sorpresas fue encontrar allí en una formación rocosa, difícilmente identificable con el resto de las orillas del lago, dos machos de león descansando a la sombra, y ya al atardecer, a un relajado y somnoliento leopardo desmadejado sobre la rama de un árbol (toda una estrella, rodeado de coches de turistas haciendole fotos y vídeos).



En una de las zonas más elevadas del Parque se ha instalado un mirador desde el que se observa la práctica totalidad del lago y sus alrededores. La vista es impresionante. Entre las rocas en las que se enclava dicho mirador pudimos observar una especie de marmota, el damán de las rocas (gracias, Pere Castillo, por la identificación) y un lagardo mitad naranja mitad azul.

Nota: Cuando identifique todas las especies que he visto incorporaré al blog los nombre científicos.



Desde la altura se pueden observar las formaciones de pelícanos volando a ras de agua y a las rapaces, como este Buteo augur, planeando sobre la superficie del lago.





Continuará...