miércoles, 10 de abril de 2013

Buscando el acercamiento al sujeto

El principal problema que tenemos los que practicamos la fotografía de naturaleza es la distancia focal de nuestros objetivos. Ese dato es definitivo a la hora de poder fotografiar a nuestro sujeto con el tamaño idóneo. De ahí que recibiéramos con alegría la introducción por los fabricantes de cámaras réflex, del formato DX. En el caso de Nikon, que es el que conozco mejor, es muy importante que nuestro 500 se convierta en un 700 (equivalencia siempre a los clásicos 35mm.) al multipliar el sensor la distancia focal por 1,5x. Esta posibilidad es más útil, incluso, que el uso de los duplicadores (1,4x y 1,7x) que siempre roban un poco de calidad a la imagen final.
Pero los fabricantes llevan su propio ritmo; ritmo que muchas veces no entendemos y nos desconciertan. Tan pronto se lanzan a presentar cámaras réflex de formato completo, como experimentan con formatos como el "micro cuatro tercios" que multiplican dos veces la distancia focal del objetivo utilizado.
Y en este ir y venir del más al menos; de los formatos de sensores grandes de muchos megapíxeles  con ruido digital reducido o inapreciable a ISOS altos, a los formatos de sensores pequeños que multiplican la imagen a cambio de ofrecer más ruido y menos rango dinámico, me encontré de golpe y porrazo con algo que cambiaba muchas cosas: con el sistema 1 de Nikon y, más concretamente, con su modelo V2.
Desde los años en que practicaba el digiscoping deseché conceptos preconcebidos y aprendí que el mejor maestro es la experiencia y que nada sustituye a la experimentación y al métido de prueba y error. Por muchas cosas que se lean sobre una cámara en las revistas digitales que pululan por Internet, nada como tener la cámara en tu mano, colocarla un objetivo, y salir al campo a trabajar con ella en condiciones reales.
La gran ventaja que para mí tiene el sistema Nikon 1 es el diseño y fabricación del adaptador de montura FT-1 que ofrece la posibilidad de utilizar en dichas cámaras, objetivos de la marca con su montura tradiciona. De este modo podemos montar en ellas objetivos AF-S que ya poseyéramos.
Especialmente, interesante se presentaba la oferta cuando se poseían objetivos de calidad óptica contrastada (los conocidos como "pata negra").
Pues bien, para demostrar que el movimiento se demuestra andando y que nada sustituye a la experiencia in situ con el equipo, tuve oportunidad de manejar durante unos días una Nikon 1, V2, con el Adaptador de montura FT-1 que me prestó un amigo. Esta entrada tiene por objeto mostrar algunas fotografías que fueron tomadas con el conjunto V2+FT-1+500 f/4, en un caso, y V2+FT-1+70-200 f/2,8+1,7x, en otros.
En el primer caso hablamos de una distancia focal de 1.350mm. y en el segundo de una equivalente a 918mm.








Estas fotos están tomadas con el 500 y la v2, a ISO 400, y prácticamente no ha habido que hacer ningún retoque ni de exposición, ni de foco y no tienen recorte; tampoco he empleado ningún programa de reducción de ruido.
Ya sé que reducidas a 1200 píxeles quizá no muestren toda la calidad que los más puristas exigen a sus tomas (sobre todo si utilizan réflex profesionales del tipo de la D800 o la D4), pero, para mí, desde luego, es suficiente. Me llama la atención el ruido tan contenido que se nota en ellas (tengo, incluso, la sensación, de que menos que en mi D300s al mismo ISO).

Ahora os muestro una serie de carboneros tomadas con el conjunto V2, FT-1, 70-200 y el 1,7x de Nikon:






Cuando haces "caza fotográfica", es decir, cuando sales al parque o al campo con el conjunto montado en el trípode, a fotografiar lo que salga, sin preparación alguna, es muy importante soportar el menor peso y volumen posible. Puedo aseguraros que el conjunto con el que hice estas fotos era menos pesado y voluminoso que el que tenía mi Leica Apo 77+Photoadapter+D300s que utilizaba cuando hacía digiscoping; y, por supuesto, muchísimo menos de lo que supone el 500 f/4+1,4x+D300s. Y, sin embargo, la distancia focal es mayor en el caso del 500 más el duplicador, y sólo un poco menor en el caso del Leica (918, frente a 1200).

Y la gran ventaja, sobre el digiscoping, es que la camarita en cuestión enfoca con una rapidez y una precisión impensable. El disparo en ráfaga también es muy rápido; su manejo, en general, es una delicia. La única pega es que con el FT-1 no mantiene el seguimiento de enfoque, lo que la limita a la hora de fotografiar aves en vuelo.

Os pongo algunos ejemplos más de la V2 con el 500:













En resumen: Para fotografía de la naturaleza, especialmente de aves, considero que la V2 es un gran avance. Rápida, silenciosa, de foco preciso y con poco ruido a pesar de su pequeño sensor que, en principio, augura todo lo contrario. Nunca sustituirá a una buena réflex; pero es el complemento ideal en al mochila cuando el pájaro que deseas fotografiar queda lejos con el 500, el dupli y la réflex.

Me ha faltado poner alguna foto de la V2 montada con los objetivos AF-S. Ahí va, de momento, una que tomé con el móvil. Se aprecia el pequeño tamaño del conjunto V2+FT-1, todo ello unido al 500 f/4. No tuve la previsión de hacer ninguna más. Pero prometo en cuanto vuelva a tenerla en mis manos hacer algunas en la que se vea montada en el 70-200 2,8 con el dupli 1,7x.



Saludos a todos y espero que hagáis los comentarios que procedan al respecto...