domingo, 20 de diciembre de 2009

EXTREMADURA; GRULLAS Y GANSOS






En compañía de tres amigos inicié un viaje a Extremadura; salimos el domingo 13 de diciembre con idea de pasar, primero por Monfragüe y, posteriormente, acercarnos a observar y hacer algunas fotos a las grullas en los arrozales lindantes con la cerretera N430, en la zona de Navalvillar de Pela y Obando. Sobre la marcha decidimos cambiar el plan y acercarnos primero a la zona grullera, dormir allí, y el lunes 14 visitar Monfragüe.
Tratar de hacer fotos a las grullas es una tarea casi imposible; son aves desconfiadas que, a pesar de que nunca han sido piezas cinegéticas, tienen un recelo especial a las personas. Si vas en coche y pasas por una zona donde están alimentándose, en el momento en que el coche ralentiza la marcha para poder sacar los objetivos por la ventanilla, ya están iniciando el vuelo. El resultado, al final del día, suele ser un montón de fotos de grullas "de culo" que están iniciando el vuelo. Un resultado, por supuesto, nada estético.
El mejor método es instalar un hide en algún lugar donde vayan a alimintarse o a descarcar. Pero, incluso esto, no siempre da resultado. Tienen tanto sitio por donde moverse que es difícil que vayan a ponerse a la distancia adecuada.
No obstante, no hay que descartar la posibilidad de que alguna "tonta" se quede tranquila cuando paras el coche, y puedas hacer alguna foto decente.
Increíble la cantidad de gansos y grullas que pudimos ver este año desde los observatorios; a primera hora de la mañana del lunes 14, mientras bando tras bando de grullas abandonaban los arrozales donde habían pasado la noche, otros tantos bandos de gansos llegaban desde sus dormideros para comenzar a alimentarse y pasar el día en ellos. ¡Lástima que a las 8 de la mañana, con las nubes tapando el horizonte por donde debía asomar el sol, la luz fuera tan pobre que no había forma de hacer una foto sin que saliese movida! Al final, la impresión visual fue mucho mejor que el resultado fotográfico.
Sobre las 10;30h. decidimos emprender camino hacia Monfragüe a través de la carretera que lleva a Vegas Altas, pasando luego por Madrigalejo y por Zorita, para salir en Trujillo a la N-V. Allí tuvimos oportunidad de disparar algunas fotos con mejores resultados. El día estaba estupendo, a pesar de las noticias que nos llegaban de Madrid donde había nevado por la noche y hacía mucho frío.
La primera parada fue, como no podía ser menos, en el Salto del Gitano. Muchos buitres sobrevolaban la zona y aprovechamos para probar nuestra maestría en hacer fotos en vuelo con digiscoping; más del 70% de esas fotos fueron luego, directamente, a la papelera.
Continuamos hasta la Portilla del Tiétar donde nos esperaba nuestro amigo Juanjo unos bocatas, una botellita de buen vino y unas cervezas, mientras en el cielo más buitres leonados y algún negro planeaban a su aire. Ni rastro de la imperial que nuestro amigo José Antonio había visto por la zona (y fotografiado en vuelo)el día anterior. Curiosa la toma del buitre leonado que lleva enrollada al cuerpo una bolsa de plástico, a modo de impermeable. Seguro que los días de lluvia sus colegas le envidian...
El viaje terminó con una visita a Arrocampo. Allí nos entretuvimos con unos mosquiteros que buscaban insectos entre los arbustos. El regreso a Madrid, tratándose de un lunes por la tarde, fantástico.

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