domingo, 17 de mayo de 2009




Hace un par de semanas que no he hecho ninguna entrada nueva en el blog; hay épocas en que, sin saber por qué, el tiempo no te cunde. Pasan los días y dejas cosas por hacer que deberías haber hecho y atender un poco este sitio, es una de ellas. Así que vamos a intentar solucionarlo:
En los fines de semana y alguna que otra tarde perdida, ahora que las horas de luz parecen inacabables ya que puedes estar hasta las 20,30 haciendo fotos, he podido capturar algunas especies interesantes cuyas fotos os cuelgo. En León, junto a mi amigo Luis Suárez, pillé el cuco; ¡vaya ganas que le tenía él! Lleva toda esta primavera y parte de la temporada anterior con la idea de pillar al cuco entre ceja y ceja. Pues bien: ¡ya tenemos cuco! Fueron sólo un par de fotos los que pudimos tirarle, pero creo que quedó en su punto; al menos, mejor que el que hicimos el año pasado en la provincia de Madrid... También pillamos, al día siguiente, un milano negro con un pollito de granja (había muchas por los alrededores pero no sé si lo robaría vivo, o sería alguno de los muertos que tiran al estercolero).
En mi paso por Villafáfila, lo de siempre: Avutardas muy lejos; primillas, alguna cogujada, y poco más.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Fin de semana turístico

El fin de semana del "puente de mayo" realicé un viaje por La Rioja. Era una excursión organizada y no pude llevar más que mi D200 con el 18-70. No procedía cargar en el autocar con el trípode y el conjunto cámara telescopio que más de uno hubiera tomado por un arma de destrucción mavisa...
Tengo que reconocer que me encantó toda la región; verde, llena de arbolado, con grandes cortados donde se adivinaban nidos de aves rupícolas, ríos que bajaban limpios y pletóricos de agua, bastante nive, aún, en los picos más altos de la Sierra de la Demanda..., en fin, una zona maravillosa para el amante de la Naturaleza.
Los monasterios de Valvanera, Suso, Yuso y la catedral de Santo Domingo de la Calzada, me impactaron. Me gustó, sobre todo, el Monasterio de Suso, enclavado en la parte alta de un estrecho valle con una bonita vista hacia el valle más bajo y amplio donde se encuentra el otro monasterio, más grande, más moderno, pero, para mi gusto, con menos encanto: el monasterio de Yuso.
Entre las aves que puede ver, más o menos fugazmente, puedo citar, que recuerde:
Cigueñas, chochines, ruiseñores, carboneros comunes, carboneros garrapinos, herrerillos, pinzones, mirlos, cornejas y, por supuesto, numeros buitres que de cuando en cuando sobrevolaban los cortados.
Para terminar, una rápida visita al Cañón de Río Lobos, con paseillo hasta la ermita templaria de San Bartolomé incluido; a lo largo del río de aguas transparentes, observé de nuevo ruiseñores y chochines.
En resumen, una región que me he propuesto visitar con más calma y por mi cuenta; para poder explorar o detenerme en las zonas de mayor interés ornitológico y/o fotográfico.