El desafío, en este caso, consiste en conseguir fotografías "distintas" a las de años anteriores: nuevas posturas, algo de acción, luces variadas, etc.
Quizá no haya conseguido esas tres cosas, pero sí quedé más que satisfecho de la sesión y quiero compartirla con vosotros:
ABEJARUCOS
ENTRE COL Y COL, LECHUGA:
Mientras los abejarucos vuelven con más presas, hay que entretenerse; una amapola, un alcaudón real y un estornino negro, sirven perfectamente...
Vuelven los abejarucos y, en este caso, alguno con luz de tarde:
Fantásticas Luis Manuel.. No tienen desperdicio.. Unas imágenes limpias, llenas de luz, y con bellísimas composiciones...Felicidades..
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana. Tú también hace muy buen trabajo. Un abrazo.
EliminarGenial... Hay maestría en esos abejarucos.
ResponderEliminarUn poco de los modelos y otro mucho del fotógrafo y compositor dan resultados como los que hoy has compartido con nosotros.
Un saludo desde Pucela.
Gracias, pareja, siempre con un halago en la boca; así, da gusto. Un abrazote para ambos.
EliminarPreciosas,que belleza. La Oropendola te quedaria genial. Saludos.
ResponderEliminarGracias, Teresa. Y no veas cómo le tengo ganas a la oropéndola; pero es de las aves más esquivas para el fotógrafo. Tengo algunas de hace años, pero no buenas :-) Un saludo.
EliminarPues no se si as consegido lo que querias,pero si se que te an quedado unas fotos geniales.Saludos
ResponderEliminarAsí que también haces florecillas... Todo se pega.
ResponderEliminar¡Qué vamos a hacer si nos aburrimos entre tanda y tanda!
EliminarBuena sesión de abejarucos pillaste. A ver si repetimos otra antes que se lien con la crianza de los polluelos y se dediquen a otros menesteres que no sean la ceba de la pollada. Mario
ResponderEliminarEl abejaruco, la acuarela con alas, captarlo en una foto es asegurarse una buena foto. Enhorabuena y saludos de AMérida.
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